Skip to content

Europa, «el carisma de una bayeta»

Eso fue lo que le dijo el eurófobo Farage al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, en la primera comparecencia de éste en el Parlamento Europeo: «Usted tiene el carisma de una bayeta húmeda y el aspecto de un pequeño empleado de banca». Muy educado no estuvo el británico con el cultísimo y estirado «presidente de Europa». Pero algo de razón tiene.

Más o menos al mismo tiempo, The Economist dedica una página a la responsable («ministra») de Asuntos Exteriores de la Unión, Catherine Ashton, preguntándose si no será que se está «estrechando el cargo para hacerlo adecuado a esta mujer» (artículo aquí). Esta buena señora es la representante de la Unión por ahí fuera (asume las funciones que tenía antes Solana), tiene un inmenso presupuesto a su cargo y es la interlocutora y en cierto modo «jefa» de los 27 ministros de Exteriores de la UE. Demasiado.

¿Por qué no fueron ni Rumpuy ni Ashton a Haití para poner en marcha el operativo de emergencia? Porque, dice Ashton, eso habría sido «turismo de desastres». ¿Dónde están los dos líderes de la Unión Europea  en los grandes asuntos, como la crisis, el desempleo o Grecia, o Guantánamo, o Afganistán, o la piratería somalí, o Cuba…? Zapatero, presidente de turno, decidió darles el protagonismo que desde hace unas semanas pueden asumir, y eso es un buen gesto.

Europa no habla con voz propia y con estos dos respetables señores, me temo que no va a hacerlo. Hay una larga tradición en la Unión Europea, desde su origen, de ir al pragmatismo, de despreciar lo simbólico, de «explicar» más que «celebrar». Yo creo que somos mayoría los que quisiéramos sentirnos orgullosos de este viejo y rico continente, origen de lo mejor del mundo: celebrarlo, respetar su himno y honrar su bandera, emocionarnos con nuestra Historia, nuestro arte y nuestras costumbres compartidas. Pero estos dos pequeños líderes a este humilde europeo no le inspiran absolutamente nada. Europa necesita un relato, dije hace un par de años, pero Ashton y Rumpuy no parecen muy preparados para contarlo.

ACOP, BILBAO JUNIO 17 A 19. APUNTA YA LA CITA

No creo que haya habido nunca una concentración mayor de expertos de alto nivel en comunicación política en las últimas décadas. ACOP (www.compolitica.com) monta su primer gran encuentro en Bilbao entre los días 17 y 19 de junio.

GREENBERG, LAKOFF, LUNTZ, ENTMAN, DONSBACH, MAAREK, la campaña de Piñera, la comunicación de Uribe, o de Lula, CONTRERAS, NÚÑEZ, CANEL, neuropolítica, la exposición de los mejores spots electorales de la Historia…

Lo vamos a pasar de cine. Vete apuntándolo porque será una ocasión única.

Empezamos a pensarlo hace más de un año. Pensamos en Lisboa pero no funcionó. Se ofreció luego el Ayuntamiento de Bilbao, sin el que no habría sido posible. Y luego nos ayudaron El Corte Inglés, Banco Santander, Iberdrola… Estamos frenéticos buscando patrocinio y ya queda poco.

La semana que viene tendremos el programa completo maquetado. Pero ya está todo en pista. No te lo puedes perder. www.compolitica.com

Los siete pilares de la grandeza

Ya vimos ayer – mira un poco más abajo – que el concepto «grandeza» que considera el autor es cuestionable si no te pones hielo en el cerebro, pero es interesante transcribir aquí lo que Ludwig propone como siete características de los grandes gobernantes del siglo XX, sus «siete pilares de la grandeza»

1. Dominio

Los grandes tienen instito y fuerza para ponerse por encima de los demás. Ya desde pequeños suelen ser líderes de su escuela, de su aula, de sus pandillas…

2. Rebeldía

Se rebelan contras sus maestros, contra sus padres, contra su religión o sus autoridades.

3. Presencia personal.

Si no la tienen, la buscan, la alimentan. Además, son reservados en lo más íntimo. Se guardan buena parte para sí mismos o sus más cercanos.

4. Agentes de cambio.

Tienen un cierto estilo autoritario, pero son capaces de sacrificarse: su tiempo, su familia, sus amistades.

5. Vanidad

Tienen compostura, confianza en sí mismos, pose. Se preparan a conciencia. Muchos de ellos han hecho teatro, o música, o han ejercido algún otro arte. Les gusta ser admirados.

6. Coraje

Asumen riesgos, a veces excesivos, pero con mucho convencimiento y persuasión. Si dudan, no lo dejan notar.

7. Constante preocupación

Siempre trabajan. No descansan. Están siempre inquietos. Persiguen incasablemente su objetivo.

Fuente: Arnold M. Ludwig: King of the Mountain

(Ya está bien de este libro. Lo dejo en mi estantería por unos cuantos años y no te aburro más…).

¿Se puede medir la «grandeza política»?

Eso es lo que propone Arnold Ludwig (para los líderes del siglo XX), en el varias veces citado aquí King of the Mountain. El entiende que la grandeza política debería ser resultado de las siguientes variables:

1. Es más grande quien crea un nuevo país, una nueva patria, antes inexistente, y especialmente si lucha por crearla o liberarla. Como Ben Gurion, Mao o Ataturk.

2. Es más grande quien conquista más territorio y no lo pierde, como Menahem Begin, Arafat, Clemenceau o Wilson.

3. Es más grande quien más tiempo está en el poder. El récord, prescindiendo de emperadores dinásticos y reyes, lo tienen Kim Il Sung de Korea (46 años), Enver Hoxha de Albania (41 años), Franco en España y Selassie de Etiopía (39 años).

4. Es más grande quien gana guerras (como Stalin, Bush, Thatcher o Churchill) y menos quien las pierde (Hitler, Johnson o Nixon).

5. Es más grande quien, a modo de ingeniero/a social, hace leyes sin precedentes, como Mao, Roosevelt o Clinton).

6. Es más grande quien promueve o sostiene la prosperidad económica, como Clinton o Reagan o Hitler).

7. Es más grande quien es activo en asuntos internacionales (como Churchill, Kohl o Brandt), algo quien lo es en asuntos regionales, y menos quien es activo en asuntos étnicos o religiosos.

8. Es más grande quien define una idelogía que es original y llega al pueblo, como Hitler, Mao o Jomeini.

9. Es más grande quien destaca por una moral ejemplar, como Mandela, de Gaulle, Churchill o Roosevelt.

10. Es más grande quien deja un buen legado político, con mejor reputación de su patria, como Reagan, Havel o Walesa.

11. Es más grande quien gobierna naciones muy populosas.

Con la frialdad estadística de los datos, el autor llega a la conclusión de que los líderes del siglo XX que puntúan más alto en grandeza son, por este orden aproximado, Ataturk, Mao, F.D. Roosevelt, de Gaulle, Lenin, Mussolini, Stalin, Ho Chi Ming, Nehru, Ibn Saud, Deng Xiaoping, Suharto, Hitler, Kohl, Gorvachov, Jomeini, Keniatta, Bourguiba, Castro, Churchill, Chiang Kai-shek, Ben Gurion, Zulfikar Butho, Clemenceau, Tito, Lloyd George, Nasser, Ali Khan, Truman, Wilson, T. Roosevelt, Reagan, Franco, Sukarno, Sun Yat-Sen, Thatcher, Yeltsin, Kim Il Sung, Mandela, Touré, Sadat,  Masarik, McKinley, Salisbury y Senghor.

¿Discutible, no? Quizá para un marciano no tanto, pero para los demócratas el siglo XXI, mucho, desde luego.

Mañana te cuento un poco más: en concreto, lo que el autor llama «los siete pilares de la grandeza». Menos discutible te va a parecer. Buenas noches desde Madrid.

El poder es cuestión de «huevos»

Así, «cuestión de huevos», es como define el catalán Adolf Tobeña la lucha por el poder. Literalmente. Acababa de terminar King of the Mountain, una comparación de monos y humanos en su despliegue del poder, y me encuentro en Bogotá el irónico, hermoso y suculento libro de Tobeña Cerebro y poder: política, bandidaje y erótica del mando.

En el libro se explica que la pulsión de poder se aloja en nuestra testosterona, segregada en los testículos (principalmente) y también (menos), en los ovarios (bueno, o algo así, para más precisión recomiendo el libro). Tobeña es psiquiatra, y compara a los seres humanos con otras especies animales, con resultados sorprendentes.

Llego a España y constato que Ludwig y Tobeña tienen mucha razón:

Al primera vista, la supremacía de Yeroen parecía descansar en una fuerza física sin parangón. El volumen de Yeroen y sus maneras confiadas hacen creer ingenuamente que la comunidad chimpancé está gobernada por la ley del más fuerte. Yeroen parecía mucho más fuerte que el segundo macho adulto, Luit. Esta falsa asunción se produjo por el hecho de que en los años de su supremacía, el pelo de Yeroen crecía ligeramente, incluso cuando no estaba exhibiéndose activamente, y que andaba de forma exageradamente lenta y pesada. Este hábito de hacer que su cuerpo pareciera engañosamente fuerte y grande es característico del macho alfa, como vimos más tarde cuando otros individuos cumplían con este rol. El hecho de estar en una posición de poder hace al macho físicamente impresionante, y de ahí se asume que ocupa la posición coherente con su apariencia.

Frans de Waal, Chimpanzee Politics, citado en Arnold Ludwig, King of the Mountain, the Nature of Political Leadership.

 

 

Millonarios, guerrilleros, Sanchos

Qué buen artículo el de Julio María Sanguinetti hoy en El País. En él, el expresidente de Uruguay nos habla de una política de ciudadanos menos prejuiciosos, que eligen personajes y no tanto ideas; en los que manda la política de la seducción. No digo más. Lo dice mejor él.

Entra Chinchilla, salen Bachelet y Timoshenko: 6 por ciento de mujeres liderando

Si se cumplen las previsiones con la ucraniana, que debería dimitir tras perder las elecciones, tendremos liderando sus países a 13 mujeres, un seis por ciento del total.   

Como jefas de Estado:

Laura Chinchilla, Costa Rica.

Gloria Macapagal, Filipinas.

Tarja Jalonen, Finlandia.

Mary McAleese, Irlanda.

Critina Fernández, Argentina.

Pratibha Patil, India.

Dalia Grybautkaite, Lituania.

Doris Leuthard, Suiza.

Ellen Johnson Sirleaf, Liberia.

Y como jefas de Gobierno:

Angela Merkel, Alemania.

Shikh Hasina Wajed, Bangladesh.

Johanna Sigurdarnottir, Islandia.

Jadranka Kosos, Croacia.

Ojalá me esté dejando muchas. Según afirma Arnold Ludwig en King of the Mountain, un informe estadístico impresionante de los líderes del siglo XX, durante esos cien años sólo hubo menos de un 1 por ciento (un 0,8 exactamente) de mujeres liderando sus países, si quitas a las «esposas de» y las «hijas de». En la lista de Ludwig están Lidia Gueiler de Bolivia, Ertha Pascal-Troillot de Haití, María Lourdes Pintasilgo de Portugal, Reneta Indzhova de Bulgaria, Kim Campbell de Canadá, Helen Clark de Nueva Zelanda, Vaira Vike-Freiberga de Letonia, Golda Meier de Israel, Margaret Thatcher de Reino Unido, Tansu Ciller de Turquía, Mary Eugenia Charles de Dominica, Gro Harlem Brutland de Noruega, Jenny Shipley de Nueva Zelanda, y la emperador Tzu-hsi de China. 14 en cien años.

No está mal el avance. A ver si pronto vemos en la lista a Noemí Sanín aquí en Colombia.

¿La batalla pro y anti Kirchner se libra en Internet?

Eso es lo que afirma hoy El País en un reportaje. En el artículo, se dice, con la consabida y ya aburrida referencia a Obama, que «la campaña entre simpatizantes y detractores del Gobierno argentino se libra en Internet». Lo curioso es que el redactor no debe haber echado la cuenta de sus propios datos.

8 millones de votantes menores de 35 años, afirma el autor, Pedro Cifuentes, que hay en Argentina. Los dos grandes grupos en Facebook defendiendo al Gobierno suman 5.000 amigos. Eso es exactamente un 0,00063 por ciento del electorado joven. Y en el grupo contrario hay unos 17.000 amigos «enemigos» de los Kirchner, es decir, un 0,002. Algunos más se añadirán tanto a unos como otros con reportajes como este en medios masivos y tradiconales como El País. Ni qué decir tiene que, además, poco puede hacerse con esos tipos que andan formando grupos a favor o en contra, porque ya están suficientemente convencidos.

Mientras, Noticiero 13 tiene una audiencia de casi 9 millones de espectadores, siendo el informativo líder, y estando entre los programas más vistos cada día. Eso sí es influencia. Un poco de mesura en la obsesión con la web, por favor.

Familias raras en América Latina y tradicionales en Europa

Ahora que vemos a los dos líderes británicos emocionarse ante las cámaras evocando la memoria de sus dos hijos fallecidos, es buen momento para repasar cómo son las familias presidenciales en Europa y en América Latina, porque el contraste es curioso.

En América Latina, Evo tiene dos hijos pero no se le conoce pareja. Tenemos aún (en funciones, hasta la llegada del «tradicional» Piñera), a Bachelet, divorciada por dos veces, sin pareja actual conocida, y con tres hijos. También está divorciado dos veces Chávez. Alan García reconoció haber tenido un hijo extramatrimonial y también lo reconoció Fernando Lugo, con el pequeño detalle de que este último era obispo cuando lo tuvo. Ahora algunas supuestas madres le atribuyen otras paternidades. Problemas tiene también Daniel Ortega, que está acusado de incesto por la hija de su actual mujer.

En Europa los presidentes tienen situaciones más «normales», y no se conoce ningún escándalo grave. La situación de Sarkozy es más pintoresca que problemática, con su hermosa reciente esposa cantante. Y lo mismo pasa con Berlusconi, con su divorcio y su supuesta promiscuidad con jóvenes. (Por cierto, quién nos va a contar las aventuras lamentables del primer ministro italiano y quién nos va a mostrar las fotos de Villa Certosa, ahora que Prisa, y por tanto El País, han vendido Cuatro a Telecinco?).

¿Estándares más exigentes en Europa? ¿Más hipocresía? ¿Pura coincidencia?

 

 

El actor en bambalinas

El actor se prepara antes de la representación. Es el gran día de su estreno mundial. Cientos de millones de espectadores le aguardan. Es un gélido día 20 de enero de 2009 en Washington DC, y Obama se dispone a jurar como presidente y a pronunciar su discurso inaugural (observa al actor leyendo, como casi siempre, su discurso en el prompter transparente a sus dos lados). La foto acaba de estar entre las premiadas del World Press Photo para fotografías del año pasado. Forma parte de una serie mayor del británico Charles Ommanney para Newsweek, que tomaba imágenes no sólo de las «bambalinas» sino también del «camerino». Allí están Bush, Michelle, las niñas y otros.