En el artÃculo que publica hoy sábado El PaÃs (el cuarto memorando imaginario que escribo a Rajoy), digo que el liderazgo es contextual. Que un buen lÃder para un momento (Zapatero en 2004, Aznar en 2000, González en 1982…) pueden resultar malos lÃderes para otro momento distinto. Hay pocos lÃderes que en el mundo hayan demostrado un liderazgo persistente y continuado, como Clinton, Uribe (que ahora se ha quedado chiquito frente a Santos), Lula, Bachelet o Roosevelt: lÃderes de crisis y de bonanza, de guerra y de paz, de las polÃticas duras (economÃa y seguridad nacional) y blandas (polÃticas sociales). El libro sobre el «poder inteligente» de Joseph Nye, Las cualidades del lÃder, es muy recomendable y lo explica muy bien.
Y también digo que la gente otorga a los lÃderes un poder taumatúrgico que no tienen. Asà es, literalmente. En Thinking, Fast and Slow, el libro delicioso a modo de testamento del premio nobel Daniel Kahneman, se explica con numerosos ejemplos, sobre todo del mundo económico. Se tiende a pensar que los lÃderes empresariales son determinantes en la evolución de las compañÃas, cuando no es asÃ. Se tiende a pensar que las cosas buenas que pasan son culpa de los lÃderes cuando no es asÃ, etc. El libro no es recomendable: es obligatorio.
Te dejo aquà los memorandos anteriores: