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Vincere, Mussolini y su hijo abandonado

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Acaba de estrenarse la película italiana Vincere, un retrato de Benito Mussolini, en el que se mezclan la ficción y la realidad. La historia que se cuenta es la relación del «duce» con Ida Dalser, y el hijo que parece que ambos tuvieron y al que el dictador abandonó junto a su madre.

En una entrevista reciente, el director de la película, Marco Vellocchio, dice:

Mussolini fue el primero en establecer un régimen basado en imágenes y desde ese momento, la política entró en el mundo de la imagen y del imaginario popular. Un punto sin retorno en la historia. Hoy, parte de sus movimientos y actuaciones parecen ridículas, pero adoptar ese estilo le permitió conquistar a las masas. Pues bien, su preciada imagen no podía ponerse en peligro. Y así este hombre amado por los medios, perseguiría a Ida Dalser puesto que podían haber presentado cargos contra él, causando un escándalo público, y objetivamente, dañar su imagen.

Es claramente exagerado decir que Mussolini fue el primero en usar la imagen, a menos que el director se refiera a Italia, a la política y al cine, todo junto. Pero también es evidente que Mussolini llegó en el momento de la efervescencia inicial de las fascinantes imágenes en movimiento.

((Grcs Crl Bs))

Mockus – Santos: ¿»país amigo» o «campamento terrorista»?

Ayer fue el primer cara a cara televisado de los dos candidatos en segunda vuelta para el próximo domingo 20, en las Presidenciales de Colombia. Un debate de altura entre Juan Manuel Santos, el favorito más o menos con un 60 por ciento, y el desafiante Antanas Mockus, con un 40. Aún quedan al menos dos debates más (es curioso: allí parece que no se negocia y mandan los medios que invitan).

Mockus aplicó el manual: llevó la iniciativa y atacó al favorito. El ejército, la seguridad y la corrupción fueron los temas. Se increparon educada pero duramente, se interrumpieron y se cuestionaron. Santos, algo más a la defensiva, salió bien parado: aplicó también el manual del ganador y estuvo muy elegante y algo condescendiente con Mockus. Santos, corbata roja típica. Mockus horrible traje claro y corbata verde, que es el color de su partido.

Los candidatos dieron un maravilloso ejemplo de framing. Mockus denunción el bombardeo «de Ecuador, un país amigo», siendo Santos ministro de Defensa. Con habilidad, Santos reenmarcó el asunto diciendo que «hay que distinguir el bombardeo de un país amigo del bombardeo de un campamento terrorista». Hubo otros momentos vibrantes, como cuando Mochus habló de Pinochet y Santos de dijo que no ofendiera al Ejército.

Tengo la sensación de que en el próximo debate Santos debe estar pensando en atacar más. Si las encuenstas de hoy o mañana acortan distancias, anticipo que Santos va a ir al ataque: el tipo es un duro.

Por qué el vertido del Golfo de México no es el Katrina de Obama

Estos días algunos están deseando que el escape de BP en el Golfo de México se convierta en «el Katrina de Obama». Se recuerda la desastrosa gestión que Bush hizo de los efectos del huracán y su torpe reacción. Pero la comparación no es pertinente.

En el Katrina no había «enemigo»; en el Golfo sí. El «enemigo» ahora es prioritariamente BP, British Petroleum. Un enemigo ideal: una petrolera británica.  Esa es una diferencia sustancial. En una crisis con causante externo la comunicación se despeja mucho, porque el enojo tiene contra quién dirigirse. 

Se espera una respuesta contundente ante un huracán, pero no ante un problema técnico nuevo. La solución ante la avería de la Deepwater Horizon es complicada y nueva: básicamente tapar un enorme agujero por el que sale combustible crudo. La gente entiende bien que es una complicación técnica, bien distinta de la obligación de rescate y acogida de víctimas y restauración del orden que exigió el Katrina en Nueva Orleans en 2005.

Aquí no hay víctimas humanas. Por mucho daño y grave que sea el que se inflige al medio ambiente, en el caso del Golfo de México no ha habido víctimas humanas. En Nueva Orleans murieron 1.800 y sufrieron las consecuencias varias decenas de miles de familias.

Bush sobrevoló, Obama ha pisado la playa. El presidente siguió sus vacaciones en Crawford, Texas, ante la irritación nacional, y luego se limitó a sobrevolar la zona, ofreciendo una imagen lamentable. Obama ha tardado en pisar la zona y tardó más de un mes en asumir explícitamente su responsabilidad, pero siendo algo lento en la respuesta, está siendo mucho más contundente que su antecesor y ha pisado la playa. A mi Obama me ha vuelto a mandar uno de sus emails en el que me cuenta que «tenemos más de 20.000 personas trabajando en la contención», y que él mismo ha autorizado «a 17.500 miembors de la Guardia Nacional a participar en la respuesta». También, nos cuenta, «hemos ordenado a BP a pagar los daños económicos que se reclamen, y esta semana – por la pasada – el Gobierno Federal ha enviado a BP una primera factura de 69 millones de dólares para devolver a los contribuyentes americanos parte de los gastos».

Sin embargo, los datos de opinión pública no son tan distintos en ambos casos. Según encuesta de YouGov para The Economist, no hay una queja generaliza en la gestión del desastre por parte de Obama. Sí la hubo por el contrario, para la mayoría, en el caso de Bush y el Katrina. Pero los índices de aprobación tanto de Bush como de Obama no han caído estrepitosamente tras sus respectivos desastres. Tanto en un caso como en el otro, unos tres o cuatro puntos. Obama se mantiene en un modesto 47 por ciento, punto arriba punto abajo. La de Bush bajó hasta el 38/39, pero ya venía bajando desde atrás en picado.

El líder con menor aprobación del mundo

Me cuesta escribirlo, pero la situación no es para bromas. Si hacemos caso a la encuesta de Metroscopia de ayer en El País (pequeña, 500 entrevistas, pero suficiente), el índice de aprobación de Zapatero está en estos momentos en el 19 por ciento, once puntos más bajo que hace un mes. Obviamente, el descenso es resultado de los «recortes» anunciados hace unos días, entre los cuales el más grave en términos de opinión de opinión pública es la «congelación de las pensiones» (que luego supimos que no era tal para la mayoría de los pensionistas, pero ya nos lo contaron demasiado tarde …).

Conviene mirarse en el espejo internacional: Zapatero es en estos momentos el líder democrático menos valorado del mundo, al mismo nivel que Cristina Fernández de Kirchner en Argentina.

Quedan dos años: Lula y Bachelet, por ejemplo, estuvieron muy bajos (aunque no tanto) y remontaron al final. Además, según se acercan las Elecciones, la tendencia de los gobernantes es a mejorar en su aprobación (con muchas excepciones). Zapatero puede mejorar, pero los índices en este momento son para tomárselos muy en serio.

Acertijo: ¿Por qué lo bueno (como la lucha contra ETA) siempre se le atribuye al ministro de turno) y lo malo todo es culpa de Zapatero?

El periodista guarda bien su reputación como presidente

Es uno de los líderes mejor valorados del mundo y es periodista. Aunque lleva un año gobernando, y su índice de aprobación es del 65 por ciento, pasa desapercibido por lo pequeño de su país, El Salvador. Mauricio Funes acaba de cumplir su primer aniversario en el Gobierno con su primer discurso sobre el estado del país, y ha sido aplaudido incluso por la oposición.

Cumpliendo con los prejuicios y estereotipos clásicos, el líder progresista es mejor valorado en la gestión de la educación y la salud que en la economía y la seguridad, áreas estas últimas en las que ha decepcionado.

Se ve muy bien de forma gráfica.

(Saludos, Elisabeth).

Constataciones y descubrimientos colombianos

Desde Bogotá, mi amiga Diana, que ha hecho campaña con Santos, echa de menos un post sobre las elecciones en Colombia. He estado demasiado implicado y estoy demasiado decepcionado (tanto como ella orgullosa, y em alegro mucho por ella, claro), como para hacer algo notable, pero van aquí algunas cosas que supimos, y otras que descubrimos ahora:

1. Colombia no puede elegir a Mockus. Un matemático raro y excéntrico, que no ofrece solvencia sino reflexión, no puede salir elegido en un país azotado aún por la violencia. Siempre supimos que en Colombia la lucha contra el terrorismo y la dureza y la fuerza eran un «entry price», una «tasa de entrada» para poder liderar. Por mucho que dijeran las encuests que los principales problemas son la economía, la salud, etc., la seguridad sigue siendo la gran preocupación, siquiera latente. Santos está sobrado de esos atributos.

2. El candidato Facebook y el voto de prestigio no sulen cuajar. No es sólo ni fundamentalmente que las encuestas en Colombia fallaran en el muestreo. Es que como en tantas partes del mundo (Clegg en Reino Unido, Obama en Estados Unidos, MEO en Chile …), hay un voto de prestigio de los que yo he llamado «sofisticados», que luego deciden no ir a votar. Votar a Mockus es exótico en Colombia, es una pequeña excetricidad que uno puede exhibir en una encuesta. Pero frente a la urna la cosa es distinta y los colombianos y colombianas prefieren la seguridad. Con Santos pasa lo contrario: es feo decir que vas a votar por ese tipo duro y circunspecto pero luego le votas.

3. Gana Chávez. ¿Con quién iba a enfrentarse el venezolano si no? De hecho, ha estado haciendo campaña por Santos desde el primer momento. Para Chávez Santos es un regalo, aunque sea a costa de los colombianos de a pie. Si termina por imponerse Santos el 20 de junio, como estoy seguro que va a suceder, las relaciones entre Colombia y Venezuela van a ser un hervidero.

4. Podría haber ganado Noemí, que partía como segunda tras Santos después de las primarias conservadoras. Pero perdió dos semanas imprescindibles entre aquella elección y las presidenciales. Noemí podría haber representado la continuidad pero con mayor acento social, un punto medio entre el sheriff Santos y el filósofo Mockus. Una lástima. Ahora a ver qué pasa, porque Uribito debe estar ya ansioso por dar su apoyo a Santos y pedírselo a todo el Partido Conservador. Noemí, sin embargo, dará libertad de voto: no la veo para nada apoyando a Santos.

5. En Colombia hay mucho nivel. Lo hemos visto en los debates: los candidatos están muy bien preparados y han defendido posiciones concretas y propuestas específicas. Ya quisieran muchos países tener un nivel que fuera la mitad del de los seis candidatos que hemos visto.

6. En Colombia marcan el ritmo de las campañas los medios: hasta el nivel del absurdo. Una decena de debates entre los seis candidatos, especiales en los medios con todos los candidatos a disposición… Ridículo. Las campañas en Colombia son muy sencillas, seguramente por el peso nulo de los partidos: te pones en manos de lo que te reclaman los medios y punto. Eso me ha costado mucho entenderlo y asumirlo. De hecho, me resisto a asumirlo. Los candidatos no toman iniciativas y se ponen a disposición de quien quiera entrevistarles u organizarles el debate. Obviamente, esto favorece a Santos.

7. Más de lo mismo, pero Santos no es Uribe. De hecho, se soportan mal según dicen todos. Son demasiado «pura sangre» los dos. Pero con Santos habrá, como con Uribe, dureza contra el terrorismo, tensión con Venezuela y Ecuador, clientelismo del habitual, posiblemente pocas medidas contra la corrupción y, quién sabe, quizá una buena gestión económica y social. Ojalá suceda esto último.

8. Esperando los debates a dos. No está todo jugado. Ahora tenemos tres semanas de campaña en segunda vuelta. Habrá debates a dos y serán muy interesantes. Ardo en deseos de ver a dos personajes tan notables debatiendo. Si la distancia sigue siendo tan amplia como ahora quizá no haga falta, pero cabe prever que en caso de que se acorte, la campaña se vuelva sucia y negativa.

Diana, me alegra mucho por ti la victoria de tu jefe. Felicidades.

SuperSarko, salvador del universo

Cuando Sarkozy hace política exterior viajando fuera y comportándose como un líder mundial, sube su popularidad doméstica. Cuando se queda en casa, baja. La relación es coherente con el relato que el presidente cuenta: una Francia orgullosa que manda en el mundo.

La relación según la cual cuanto más tiempo pasa fuera más se le quiere, o cuanto más se queda más baja su valoración, empezó con la presidencia de la Unión Europea en la segunda mitad de 2008 (¿dónde ha quedado la de Zapatero, por cierto, ahora que falta un mes para que termine?): intermedió entre Georgia y Rusia y coordinó la primera respuesta global del G20 ante la crisis: SuperSarko defensor de la paz y economista global. Su aprobación pasó del 38 al 46. En España antes nos había dado un repasito trayéndonos a las azafatas secuestradas en el Chad.

Cuando la presidencia acabó tuvo que volver a casa y enfrentarse con los profesores, los estudiantes, los conductores de trenes, los trabajadores de la industria y los jueces. La aprobación volvió a caer al 40 por ciento. En una encuesta reciente el 45 por ciento de los franceses cree que Sarkozy es capaz de abordar bien las reformas de Francia, pero el 70 por ciento cree que defiende bien a su país.

Aunque ninguna de las dos responsabilidades suele dar titulares extraordinarios, Sarkozy sabrá sacar partido a sus próximas presidencias del G20 (desde noviembre) y del G8 (en 2011). Ya ha propuesto refundar el sistema financiero mundial y asumir el liderazgo en la negociación con Irán sobre su ambición nuclear.

Su liderazgo internacional será un activo electoral indiscutible en las Elecciones presidenciales de 2012. Si por los socialistas va Martine Aubry, la jefa del partido, eso se notará más que si el candidato es el jefe del FMI, Dominique Strauss-Kahn.

(Tomo estas reflexiones de un artículo de The Economist).

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Estábamos admirando The Living Room Candidate, cuando unos nuevos amigos epañoles resulta que tienen el mejor archivo de propaganda y publicidad electoral del mundo. Y mejor que será con el tiempo, estoy seguro. Póntelo en favoritos.

www.archivoelectoral.org

Estarán en Bilbao con nosotros y proyectarán allí una selección.

El papel de los medios en el movimiento negro en defensa de los derechos civiles: piérdete un rato en la exposición

               Where Every Boy Can Dream of Being President (from the series This Is America), 1942

«Para que todo el mundo lo vea: cultura visual y lucha por los derechos civiles» es el título de una excelente exposición que se exhibe en Nueva York. ¡¡Y en la web!! Te va a encantar pasar un rato real en la exposición virtual.

El movimiento de defensa de los derechos civiles se desarrolla al mismo tiempo, más o menos ,que la televisión comercial, por lo que la imagen adquiere de pronto una dimensión nueva al fijar y cambiar estereotipos.

Si quieres más, tienes el libro The Race Beat, pero eso ya es para expertos o locos del tema.

¿Quién calentó la oreja a los periodistas por primera vez tras un debate?

Muy probablemente, Jacqueline Kennedy, la esposa del entonces candidato, tras el primer y mítico debate presidencial televisado de la Historia, que le enfrentó a Nixon.

La esposa del candidato, embarazada de seis meses, había convocado en su casa de verano de Massachusetts, una fiesta para ver el debate. Unos treinta invitados vieron juntos el encuentro: su hermana, algún profesor universitario (Arthur Schlesinger, entre ellos) y algunos políticos demócratas. Pero la mitad de la lista, doce invitados en particular, eran periodistas. Pat Nixon, la esposa del republicano, prefirió ver el debate en sus casa de Washington con sus dos hijas.

Al terminar el debate, Jaqueline se dio la vuelta y, en el primer acto de spin doctoring de la historia de los debates televisados, se dirigió a sus invitados y dijo: «Creo que mi esposo ha estado brillante».

Lo cuenta Alan Schroeder en la mejor historia de los debates presidenciales en Estados Unidos, Presidential Debates: Fifty Years of High Risk Tv. Alan estará en el encuentro de ACOP en Bilbao.